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Estas vacaciones fueron espectaculares, San Pedro de Atacama es un lugar precioso y salir de Santiago y empezarar a conocer y apreciar Chile. Acá en Houston vivimos en la ciudad, 5 millones de habitantes y ir a Santiago siempre ha sido un poco más de lo mismo. No subimos a El Tatio porque no lo recomiendan para menores de 6 años, así que si piensan ir con niños es bueno saber eso, nosotros no lo sabíamos.
Vamos a la comida, antes de ir había preguntado por recomendaciones y me contaron como los 3 restaurantes más típicos pertenecen a la misma persona así que no hay mucha diferencia…. pero buscando y preguntando descubrimos algunas joyitas. Tengo que decir que sorprendentemente la mejor comida la comimos en un restaurant de hotel. Uno de los restaurantes que nos habían recomendado estaba en remodelación así que no lo pudimos probar: Las Delicias de Carmen quedo para la próxima.
Partamos por el Hotel Cumbres (fotos arriba): Allí llegamos de visita porque una amiga de mi marido trabaja en el hotel y cuando le empece a contar más de lo que hacía con mi blog y del libro, etc, insistió en presentarnos al chef que desarrolla los platos de la cadena y que justo estaba en San Pedro porque estaban filmando un programa de TV de hoteles. Así que conocí Claudio Ubeda, el chef ejecutivo de la cadena de Hoteles Cumbres. Claudio se pasó para amoroso y nos entretuvimos conversando de ingredientes propios de la zona, increíblemente los indios de la zona comían pescado, gracias al trueque en la mitad del desierto, yo quería saber que tenía que probar si o sí y me encantaron sus recomendaciones. Claudio vive en Puerto Varas y por supuesto tiene su propia huerta en su casa, así que empezamos a comparar variedades de tomates, etc. Nos hicieron 2 platos de degustación que los ven arriba: el cordero de la zona con puré de habas: el cordero no es mi carne favorita dado que muchas veces tiene un sabor pesado que me perturba, este estaba increíble, sabroso, suave y se caía del hueso. El otro plato el salmón con quinoa y callampas, también me gusto mucho. Muy bien preparado. Después de probar y compartir los platos con mi marido decidimos quedarnos a almorzar (nosotros pagamos para poder escribir acá sin compromisos). Yo pedí para empezar un pisco sour de rica-rica, me habían dicho que tenía que pedirlo si o si y este fue el mejor hecho de los que probé en San Pedro, luego comí la ensalada que ven arriba con queso de cabra de la zona y jamón de llamo madurado y piña, estaba súper rica, la combinación de sabores perfecta. Lo que menos me gusto fueron los postres, reconozco que soy súper mañosa con lo dulce, mi marido pidió la quinoa con leche, yo no soy muy amante de los “guisos dulces de leche” y no me gusto. Yo pedí el semifrío de manjar con base de chumbeque y helado de chañar, estaba rico, pero sin la textura que yo esperaba.
En el hotel nos recomendaron La Franchutería, la panadería de un chef francés que después de recorrer varios lugares incluida la Antártica se enamoro de una chilena y se quedo en San Pedro donde ahora vende sus panes, este lugar es una joya, todo lo que probamos era de una calidad excepcional, los croissants perfectos y los panes también, varios días no salimos a cenar y tomamos once en la cocina-comedor del lodge Altitud para puro comer pan y quesos de la zona. Uno de los días que pase a comprar habían un par de camioneros tomando desayuno y ellos tomaron la foto. El Franchute súper simpático.
De los 3 restaurantes de los mismos dueños decidimos probar el Blanco, la panera llego rápido y súper rica, después el servicio se puso lento y como yo pedí el menú del día y mi marido un plato solamente, al final termine comiendo sola, cuec. La comida estaba rica, pero nada especial. Si me pareció mejor la comida del menú del día que el plato que pidió mi marido. Me hubiera gustado que la carta tuviera más toques de ingredientes locales.
Quiero contar algo que nos paso en el viaje, quisimos ir a almorzar al hotel Explora, así que llegamos allá temprano antes de la 1pm y preguntamos, nos dijeron que era imposible acomodar 2 adultos y 2 niños para un almuerzo sin una reserva de más de 24 horas… cuando preguntamos más nos explicaron que el Hotel Explora es una base de expediciones y por eso solo están equipados para atender a sus huéspedes… con mi marido nos mirábamos no más… ósea si tu negocio es la hospitalidad y estas en un hotel caro, te las arreglas con tu chef para atender a 4 personas que quieren probar tu comida…. obviamente no puedo comentar de la calidad del restaurant …
Otros lugares que nos gustaron fueron el café de la plaza (foto arriba a la izquierda) donde comimos una torta Pompadour espectacular, y un kuchen de frutillas delicioso. Restaurante Ckunna donde probamos un pastel de choclo con pino de locos (aunque sospecho que era de lapas) un poco muy dulce, pero súper sabroso. Un ceviche de locos también muy bueno y un quinotto con verduras exquisito, el lugar es sencillo, pero agradable. No les recomiendo el pisco sour de rica-rica, ni los postres.
En la calle principal el Salón de Té O2 donde compramos empanadas de queso para llevar, muy ricas y luego cenamos quiches, a mi gusto lo mejor del lugar, contundentes sabroso y con muy buena masa.
La pizzería El Charrua, llegamos ahí por el olor y no nos decepciono, excelentes pizzas y muy buena atención, rápido y cordial.
En helados no recomiendo los Tierra del Sol, si los de Babalu. Y no recomiendo el restaurante El Toconar, extremadamente lento y la comida era bastante mediocre.
También recomiendo el Lodge Altitud, la pieza cómoda, y la gente súper simpática, no estaban los dueños nos recibió Valeria que nos explicó como funciona el lodge y en las mañanas el desayuno lo preparaba una señora muy amorosa también.
Que rico todo, Pilar. Un recorrido divino y la comida se ve espectacular.
Te digo, me sigues enamorando de Chile y no tardo en ir.