Los tragos y bebidas chilenas tradicionales son una parte esencial de la cultura nacional, y muchos de ellos tienen sus raíces en las tradiciones más antiguas del país. El pisco sour, sin duda uno de los más emblemáticos, es considerado el cóctel nacional de Chile. Elaborado con pisco, jugo de limón, azúcar, clara de huevo y amargo de angostura, este trago se ha ganado un lugar destacado en celebraciones y ocasiones especiales. Aunque Perú también reclama su origen, el pisco sour chileno es diferente en su preparación y en el tipo de pisco utilizado, que es más suave y afrutado, lo que le da un sabor distintivo. Este trago fresco y cítrico es perfecto como aperitivo, especialmente durante los calurosos días de verano.
Otro trago tradicional que refleja la mezcla de sabores chilenos es el borgoña, una bebida a base de vino tinto(generalmente joven) y fruta fresca como las frambuesas, cerezas o frutillas, a la que se le añade azúcar. El borgoña destaca por ser un trago frutal y refrescante, con un toque dulce que lo hace accesible a quienes no están tan acostumbrados a los sabores fuertes del vino. Esta bebida es ideal para acompañar las parrilladas o como una opción ligera para compartir en grupo.
Un cóctel especialmente popular en las celebraciones de Año Nuevo y otras fiestas importantes, es el Ponche a la Romana que se sirve generalmente bien frío.
Los ponches y enguindados son también parte de las bebidas tradicionales de Chile, especialmente durante el invierno o en las festividades de temporada. El enguindado, es un licor casero que se prepara con cereza o guindas maceradas en alcohol (generalmente aguardiente o pisco) y azúcar, lo que da como resultado un trago dulce y fuerte, ideal como digestivo después de una comida copiosa. Estas bebidas no solo tienen un sabor único, sino que también son un reflejo de la hospitalidad chilena, siendo compartidas en encuentros familiares y amistosos.